¿Sabía que más del 40% de las personas no se ducha antes de ir a nadar?

Eso significa que cuando usted pasa el día en alguna alberca pública, o invita a sus amigos a su alberca privada, lo más probable es que termine nadando entre sudor, lociones, materia orgánica y cualquier otro microbio que se encuentre en la piel o cabello de sus invitados.

Puede pensar que es extraño ducharse antes de entrar a una piscina. Si bien es cierto que se está entrando al agua y el agua limpia nuestro cuerpo. Pero no debemos perder de vista que esas partículas que el agua de la piscina enjuaga de su cuerpo no simplemente desaparecen. Se quedan a nadar en el agua con nosotros.

Aunado a esto, recordemos que algunas partículas de nuestro cuerpo no se mezclan bien con el cloro. La piscina mantiene un equilibrio químico. A medida que las sustancias de su cuerpo y los cuerpos de otros nadadores ingresan a la piscina, más cloro se necesita para mantener la piscina limpia.

He aquí por qué siempre debe ducharse, con jabón, antes y después de las actividades acuáticas recreativas.

1. El cloro mata, pero no todo y no inmediatamente

En piscinas, jacuzzis y parques acuáticos, el cloro se usa para matar y oxidar bacterias y gérmenes dañinos como el E-coli. El cloro es un desinfectante muy eficaz. Sin embargo, el químico no funciona para todo ni funciona instantáneamente. El cloro tarda entre 1 minuto y varios días en funcionar, según la bacteria que contenga nuestra alberca. Por ejemplo, el cloro tarda 10 días en matar el parásito Cryptosporidium. Además, cuando el cloro se mezcla con la materia orgánica de nuestro cuerpo, este puede crear un agente tóxico llamado subproductos halogenados (HBP), así como gases llamados Trihalometanos (THMs).

2. Los lagos y los océanos también se ensucian

¿Se encuentra usted trabajando en algún proyecto hotelero en zona costera, y piensa que solo necesita ofrecer a sus huéspedes una manera de deshacerse de la arena en sus pies? Lamentamos comentarle que mismas reglas se aplican al nadar en cuerpos de agua naturales como lagos, ríos y océanos. Si no se ducha antes de entrar al agua, llevará rastros de materia fecal y patógenos asociados adheridos a su cuerpo, razón por la cual la calidad del agua de la playa, en algunas playas concurridas, empeora a medida que avanza el día.

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) estiman que, en promedio, las personas tienen alrededor de 0,14 gramos de heces en el cuerpo. Tragar incluso una pequeña cantidad de agua contaminada con heces puede enfermarlo. Entonces, al no ducharse, se pone a sí mismo y a otros en riesgo de contraer una enfermedad del agua recreativa.
Las personas que están completamente sumergidas en el agua y que están en el agua durante largos períodos de tiempo, como los nadadores de aguas abiertas, los surfistas, los windsurfistas y los niños pequeños que juegan durante horas en la costa, corren un mayor riesgo de infección.

3. Las duchas posteriores a la natación aseguran que deje atrás las bacterias

No debería sorprenderle que es una buena idea ducharse después de salir de la piscina. La ducha eliminará el cloro y cualquier agente extraño que pueda haber recogido de la piscina y ayudará a reducir el riesgo de contraer infecciones y erupciones cutáneas. Además, ducharse después de nadar evitará que la piel se seque, eliminará la preocupación de portar gérmenes en su piel o cabello y se deshará de ese olor a cloro. Usted se baña después de correr o levantar pesas, ¿no es así? ¡piensa en nadar de la misma manera! El hecho de que esté en el agua no significa que no esté sudando. La ducha ayuda a eliminar el sudor, las lociones, el protector solar, las bacterias y la materia orgánica. Esto significa que el cloro de la piscina no tendrá que trabajar tan duro y se pueden prevenir más enfermedades. Naturalmente, una regadera para exterior es la mejor compañera de su alberca o jacuzzi.

¿No se convence? Recuerde: el 40% de sus amigos que van a la playa probablemente no se enjuagaron antes de ir a nadar. Puedes enjuagarte en la ducha y dejar atrás sus gérmenes. O bien, puede llevarlos a casa con usted en su piel y en su cabello.